¿Has escuchado hablar del hormigón celular? Puede que sí, porque viene ganando mucha popularidad, y con total razón.
Ideal para proyectos modernos y eficientes, combina resistencia y ligereza, lo que lo convierte en una opción preferida para diversas aplicaciones.
Sea para cuestiones simples o para reformas con Reformas.co, incluso obras desde cero, es importante profundizar más sobre el mismo.
¿Qué es el hormigón celular?
En el mercado, existen varios tipos de hormigón, y aquel que se cataloga como hormigón celular, es uno de construcción ligero que se fabrica mezclando cemento, agua, arena fina y agentes expansores, como polvo de aluminio.
Durante el proceso estos últimos generan burbujas de gas dentro de la mezcla, creando una estructura porosa que caracteriza al hormigón celular.
Se utiliza principalmente para paneles de pared, bloques y elementos prefabricados, ya que combina una buena capacidad de aislamiento térmico y acústico con una resistencia adecuada para ciertas estructuras, por ello es cada vez más solicitado en ciertas reformas como la reforma de piso integral con Reformas.co o reforma de local.
Por su composición, el hormigón celular también es conocido como hormigón aireado o autoclavado. El proceso de curado en autoclave le da su resistencia y estabilidad dimensional, lo que permite su uso en proyectos de construcción residencial, industrial y comercial.
¿Cómo se diferencia del hormigón convencional?
Aunque ambos materiales comparten algunos componentes básicos, como el cemento y el agua, el hormigón celular presenta características que lo diferencian claramente del hormigón convencional, hechos que destacaremos en los siguientes puntos:
- Densidad. El hormigón celular es mucho más ligero debido a su estructura porosa, la cual explicábamos en el apartado anterior. Esto facilita su transporte e instalación, reduciendo la carga sobre las estructuras que se están creando.
- Aislamiento. Mientras que el convencional se destaca por su resistencia, esta alternativa ofrece mejores propiedades de aislamiento térmico y acústico, haciéndolo ideal para climas que en ciertas temporadas, son extremos.
- Resistencia. Aunque del que venimos hablando en el tema central es resistente, no tiene la misma capacidad de soportar grandes cargas como el que conocemos normalmente. Por ello, se utiliza más en aplicaciones no estructurales o en elementos secundarios.
- Sostenibilidad. La producción del primero consume menos recursos y genera menos emisiones de CO₂ que tienen un papel negativo en el ambiente, en comparación con el segundo, posicionándolo como una opción más ecológica.
- Acabados. Debido a su ligereza y facilidad para cortar o moldear, el hormigón celular es más práctico para proyectos que requieren diseños específicos o acabados precisos, mientras que el otro no es siempre el mejor para estos casos.
Ventajas que tiene el hormigón celular
Si este material viene siendo más mencionado, y hasta usado como alternativa, no es por coincidencia, sino por una serie de aspectos positivos como:
- Es bastante ligero. Su baja densidad hace simple poder construir estructuras más livianas, reduciendo los costos en cimentaciones y facilitando su manipulación durante el montaje.
- Aislamiento térmico superior. Gracias a sus burbujas de aire internas, proporciona un excelente aislamiento térmico, siendo genial para conservar temperaturas confortables en interiores y reduciendo los costos de calefacción o refrigeración.
- Aislamiento acústico. La estructura porosa también absorbe el sonido, convirtiéndolo en una opción ideal para construcciones en zonas ruidosas.
- Resistencia al fuego. Es un material no combustible, siendo que este factor le otorga una alta resistencia al fuego y lo hace adecuado para proyectos con altos estándares de seguridad.
- Fácil manipulación. Puede cortarse, perforarse o moldearse con herramientas básicas, lo que simplifica su instalación y reduce el tiempo de trabajo en obra. Esto se hace notar cuando se trabaja principalmente con el mismo, y los encargados de las obras, o hasta de una reforma de chalet con Reformas.co, terminan a tiempo o antes.
- Aporta a la sostenibilidad. Es un material más ecológico que el hormigón convencional, ya que su fabricación genera menos residuos y emisiones de carbono.
- Alta durabilidad. Resiste bien la exposición a agentes externos como humedad y cambios de temperatura, lo que prolonga la vida útil de las construcciones.
- Reducción de costos. Al ser más liviano, disminuye los costos de transporte, instalación y cimentación, optimizando el presupuesto general del proyecto.
- Gran versatilidad. Es adecuado tanto para paredes, techos y pisos como para elementos decorativos o prefabricados, ampliando sus aplicaciones en construcción. No es de extrañar que el mismo no sobre cuando se use, sino que se aproveche al máximo.
- Menor mantenimiento. Su resistencia a plagas, hongos y humedad implica que requiere menos reparaciones o tratamientos adicionales a lo largo del tiempo.